Con Iñigo Martínez asomando el horizonte, con Yannick Ferreira Carrasco en la cartera y con el sueño de Lionel Messi latiendo en buena parte de la directiva, Barcelona se alista para un verano donde habrá que vender jugadores y donde cuatro ganan más enteros que nunca para dejar el Camp Nou. Uno supone el mayor dolor de cabeza del club por estas horas.
Los objetivos de Joan Laporta y Xavi Hernández para la próxima campaña pasan por los laterales, por el centro del campo y por buscar un relevo en ataque para esa delantera titular cuyos números y aportaciones distan y de que manera con la segunda línea. Para esto por supuesto, hay que generar ingresos y sacar salarios que resten 200 millones de euros al coste de la plantilla.
AS es quien trae los cuatro nombres que ahora mismo pican en punta para conseguir el objetivo de un Barcelona que tendrá mucha actividad en el verano. El caso Negreira, los fichajes, la mudanza lejos del Camp Nou y el apartado salidas se unen un periodo de tiempo al que se pretende llegar con los deberes hechos en todos los sentidos.
Ansu Fati, el gran debate
El arribo de Íñigo Martínez genera la necesidad de abrir un hueco y por el medio indican que Eric García gana enteros para ser ese primer sacrificado por Barcelona para generar dinero y al mismo tiempo potenciar las filas de Xavi. Si alguien viene con sumas cercanas a los 20 millones de euros, nadie en la directiva pondrá trabas.
Siguiendo en esta línea aparece la necesidad de dar rodaje al joven Pablo Torré, quien si bien no se espera que deje el Camp Nou por medio de una transferencia, cuenta con las intenciones de Barcelona por cederle a algún destino donde gane experiencia y por encima de todo, galones para volver como titular al Camp Nou.
Por último aparecen las dos operaciones más difíciles. Ferrán Torres (a quien habría que vender por 35 millones para amortizar su fichaje) y Ansu Fati, los nombrados por AS para completar la lista de bajas que empieza a ganar fuerza en el Camp Nou. En cuanto al canterano la decisión no está tomada, genera división interna y Jorge Mendes será clave para convencer a todos de que desprenderse de la joya de 21 años es un buen negocio. Se viene movimiento en Can Barça.