En apenas un puñado de prácticas, Jorge Almirón ya empezó a dejar su impronta y su idea de juego en un Boca que recibía al nuevo entrenador de capa caída. Sin embargo, y pese a las dos derrotas iniciales ante San Lorenzo y Estudiantes, el triunfo agónico contra Deportivo Pereira le da otro aire al DT y al plantel para encarar los próximos partidos que no serán nada fáciles.

Una de las cuestiones que más descataron los hinchas en Almirón es que finalmente fue quien se animó a contar con Valentín Barco en el equipo titular del conjunto profesional del Xeneize, algo que le salió bien al entrenador ya que el juvenil de 18 años fue la figura del equipo en los dos partidos que lleva disputados del ciclo del nuevo DT.

Con ataques profundos, una enorme habilidad en sus pies y una visión de juego amplia, siendo defensor por la izquierda el “Colo” se destacó mucho más en las cuestiones ofensivas que en las defensivas y Almirón ya tomó nota de ello. De hecho, revelaron que el entrenador tiene un plan con el juvenil para hacerlo aún más determinante en el juego de Boca.

En concreto, el periodista Luis Fregossi remarcó que, en comparativa con el equipo con el que Almirón sacó los mejores resultados de su carrera, el Lanús de 2016, había un jugador clave que era el paraguayo Miguel Almirón, quien hoy la rompe en el Newcastle de la Premier League. Y justamente con él es con quien el DT ve similar aptitudes en Valentín Barco: un futbolista ágil, rápido, punzante, habilidoso, con buena pegada y creatividad con la pelota. Por eso, el entrenador planea darle el mismo rol al Colo que el que le daba a “Miggy” en su Lanús.

En aquel equipo granate, el jugador paraguayo era puesto por Almirón como interno por izquierda, y será en ese puesto en donde, ahora en Boca, buscará probar a Barco poco a poco. Incluso, esta prueba podría verse con mucha más frecuencia en poco más de un mes, cuando Frank Fabra esté recuperado en un 100% de su lesión y hayan más variantes en el lateral izquierdo. A priori, una idea novedosa del DT Xeneize, pero que se emparentaría al regreso a los orígenes del juvenil de Boca, ya que de más chico jugaba de enganche.