Si bien su largo periplo como DT de Boca se caracteriza por la extensa cantidad de títulos que ganó, Carlos Bianchi tenía otra cualidad en sus ciclos por la Ribera al confiar mucho en los juveniles del club. Algunos hicieron historia en la institución, mientras que otros la hicieron en otros destinos, como es el caso de Gastón Sangoy.

El delantero categoría 84, que hizo todas las inferiores compartiendo ataque con Carlos Tevez, se volvió ídolo a más de 12 mil kilómetros de su Paraná natal, en la pequeña isla de Chipre, ubicada en medio del Mar Mediterráneo.

Además, pasó por el Ajax neerlandés, por Perú, Colombia, Israel, España, Polonia, India y Qatar. En este último, tuvo la particularidad de ganarle un juicio millonario al dueño del club, un jeque árabe. En diálogo con BOLAVIP, Sangoy contó toda su carrera mientras disfruta del retiro con su familia.

-Te hace debutar Bianchi con apenas 19 años en Copa Sudamericana en La Bombonera: ¿Qué sentiste en ese momento?

-Un honor haberlo tenido a Bianchi como DT, y en mi carrera es un honor que él me haya hecho debutar como profesional. Está a la vista lo que era él como entrenador. Todo lo que ganó, los jugadores que sacó de inferiores y la carrera que muchos hicieron. No cualquiera tiene la posibilidad de debutar en Boca, a mi me tocó en La Bombonera y fue un sueño para mi. El Virrey me dijo que esté tranquilo, que haga lo que hacía en el entrenamiento, que juegue como yo sabía hacerlo. Los nervios uno los siente en ese momento, y sus palabras ayudaban a bajar las ansiedades.

-Jugabas de delantero, y tenías que reemplazar a jugadores de alto calibre en ese puesto. ¿Cómo fue siendo un pibe?

-La posición es muy pesada para el fútbol y para el Mundo Boca, porque han tenido delanteros excepcionales en toda su historia. Encima entrar y jugar a cancha llena, con jugadores como Schelotto, el Flaco Schiavi, Battaglia y toda esa banda. Ellos igual siempre nos apoyaban y entendían que los más chicos éramos el futuro de Boca.

-¿Cómo eran los referentes de ese Boca?

-Los referentes tenían su grupo y nosotros tratabamos de compartir cosas con ellos, sobre todo escuchar los consejos o las ideas de juego que decían. Yo como delantero trataba de copiar las cosas que hacían los de más experiencia en el día a día. Nosotros éramos los más chicos, pero teníamos que estar listos para jugar cuando sea que nos necesiten.

-Jugaste con Tevez en inferiores y surgieron a la par: ¿Qué relación tenías y tenés hoy con él?

Los pibes de inferiores, como grupo, era espectacular. Carlitos venía a mi casa re seguido, cuando me venía para Paraná se venía conmigo muchas veces. Hoy sigo teniendo relación con Franco (Cangele), con Pablo (Álvarez). Los que vivíamos en la pensión nos hicimos muy amigos, y siempre tuvimos esa gran relación porque era también lo que nos inculcaban en Boca. Con Tevez no tengo relación ahora, cuando se fue a Brasil perdimos contacto, nunca volvimos a hablar y jamás tuve su número, nunca me puse a averiguar tampoco.

-¿Se veía en inferiores que iba a ser el jugador que fue?

-Imaginate que cuando llegué a Boca él era el 9 y yo tenía que jugar al lado de él. Muchas veces yo hacía más goles que él en inferiores, pero antes hacía todo el trabajo sucio y me la dejaba servida. Era una bestia, una bestia de verdad. Todos sabíamos que iba a llegar a ser un jugador top mundial, había partidos que te los ganaba solo. Carlitos nunca perdió la esencia de su persona.

-Jorge Griffa, coordinador de inferiores de Boca en ese entonces, te descubrió y dijo que tenías cositas de Abel Balbo y Batistuta. ¿Coincidís con él?

-Batistuta siempre fue mi ídolo, y me daba orgullo que me compararan con él, sobre todo un tipo con la visión del futbol que tenía Griffa. Esa comparación, al ser chico, no me generaba presión. Al contrario, me daba orgullo.

-Jugaste solo dos partidos en Boca y partiste a hacer carrera afuer: ¿Creés que pudiste haber tenido más oportunidades?

-En Boca jugué solo dos partidos porque era complicada la competencia. Cuando debuto, la gran mayoría de los delanteros estaban suspendidos o lesionados. A medida que fueron volviendo a disposición, perdí la posibilidad y me terminé yendo para tener más minutos. Ahí me fui al Ajax con Sebastián Rusculleda. Tenía como sueño quedarme en Boca y tratar de devolverle algo de todo lo que me dieron en inferiores. Por suerte lo pude aplicar en otros lados, pero quería hacerlo también en Boca, pero había muchísima competencia y no iba a tener fácil la chance de ganarme un lugar.

Gastón Sangoy en Apollon Limassol

Con su salida al Ajax, Sangoy comenzó a recorrer el mundo como futbolista, hasta que llegó a Chipre para jugar en el Apollon Limassol. Allí, tras anotar más de 70 goles, se convirtió en ídolo absoluto del club, ya que lo llevó a participar de competencias europeas por primera vez en su historia.

-¿Cómo se da tu llegada a Ajax?

-A mi me lleva Van Gaal al Ajax, pero no era el DT. Era el mánager. De técnico estaba Van Basten. Yo llego, me presentan y al toque se va a la selección de Holanda. Con Van Gaal hablaba, no me pareció mal tipo pero no lo tenía en el día a día y quizá ahí cambiaban las cosas. Las malas lenguas dicen que es un tipo vago para la dirección técnica, ja. Igual también era un tipo muy estricto, muy típico de los holandeses que son muy fríos.

-¿Y de ahí a Chipre?

-Después de Ajax empecé a viajar por el mundo. Me fui a Chipre y ahí tuve los mejores años de mi carrera. Un país hermoso, ahí demostré y saqué todo mi potencial. Yo ni sabía ni que existía Chipre antes de ir, y cuando llegué me di cuenta que era un lugar re lindo. Los hinchas en la isla son muy pasionales, tienen raíces griegas así que tienen esa misma onda.

-Tuviste un paso histórico ahí y te consideran ídolo: ¿Vos lo pensás también?

-Yo creo que sí, y los hinchas me consideran ídolo. Jugué cinco años ahí e hicimos historia entrando a la Europa League por primera vez en su historia. Cada vez que voy, la gente me reconoce lo que hice cuando jugaba ahí. Incluso hinchas de equipos rivales. He metido goles claves para clasificar a esa Europa, nos cruzamos con el Niza que tenía a Darío Cvitanich en ese momento, al Lokomotiv Moscú también. Ninguno de los chicos chipriotas se imaginaba jugar algún partido fuera de la liga local, y logramos meternos en la UEFA, fue histórico totalmente.

-¿Te tantearon de la Selección de Chipre cuando estabas allá?

-Si, pero en Chipre necesitás pasar 7 años seguidos en el país para nacionalizarte, y yo pasé 3 primero y 2 más en mi segundo ciclo. Me habían dicho de jugar para la Selección, pero necesitaba eso. Tampoco le di mucha bola y tampoco quise. En la Selección Argentina estuve en la sub 15, el Sudamericano de Perú. Compartí con Tevez, Maxi López, Mascherano y Zabaleta entre otros.

-Encima, tuviste otro hito como irte traspasado a la liga de España, al Sporting Gijón. ¿Cómo fue ese paso de una liga humilde a otra tan fuerte?

-Cuando estaba en Chipre me sondearon de la Premier League, pero fue más movida de agentes que otra cosa. Sí estuve muy cerca del AEK Atenas en su momento. Igualmente, lo que pasó conmigo fue histórico cuando me fui a España. No había pasado nunca que un jugador de la liga chipriota se vaya a una liga top, que incluso en ese momento tenía a Messi y Cristiano Ronaldo como figuras.

-Y a Cristiano le ganaste…

-Ganarle al Real Madrid de Cristiano y Mourinho fue increíble. Le ganamos 1 a 0, Mourinho perdió un invicto larguísimo como local y le ganamos nosotros, se quería morir. Enfrentar a Cristiano es lindo, es lindo verlo pero no enfrentarlo en realidad, ja. Una potencia impresionante tenía, son momentos que a uno le quedan guardados. A Messi no tuve la suerte de enfrentarlo, porque todos los partidos que jugamos contra Barcelona fui al banco.

Tras sus dos ciclos en Chipre, con el Sporting Gijón en el medio, Sangoy se marchó a Qatar para hacer una diferencia económica. A pesar de que la hizo, la experiencia futbolística no pudo haber sido peor. De hecho, se marchó haciéndole juicio al jeque dueño del club.

-Estuviste solo seis meses en Qatar: ¿Por qué?

-Qatar fue raro. Yo fui, firmé contrato a pesar que me quedaba un año en Limassol pero había una gran diferencia económica y necesitaba hacerla. Todos los jugadores que se van a esas ligas van por la plata, por más que no se diga. Sino, ni tanteás irte a una liga así. Para vivir el lugar era hermoso, pero mi experiencia fue mala. Estuve tres meses y después no me ficharon, porque al jeque le regalaron un jugador y solo podías tener 4 jugadores profesionales fichados. Yo era el cuarto y le regalaron un portugués al jeque, lo anotó a él y me quedé afuera sin poder ser tenido en cuenta. Al poco tiempo me fui.

-¿”Le regalaron un jugador” es literal?

-Allá tienen la cultura de regalar cosas entre los jeques, y también es una cuestión de costumbre aceptar los regalos sin la posibilidad de rechazarlos. Y bueno, un jeque que era dueño de un club le regaló un jugador al del equipo que estaba yo y lo aceptó, el tipo era bueno pero tuvo muchas lesiones. Y como entró el portugués yo quedé afuera. Igual, como tenía contrato le hice juicio al jeque, ja.

-Y lo ganaste, quiero creer…

-Obvio que lo gané. Tardó 3 o 4 años pero lo gané. No podían hacer lo que me hicieron, que me dejaron tirado con contrato. La quisieron estirar pero se los gané. Le gané toda la plata que había firmado en el contrato, una buena plata. Fue una lástima que perdí rodaje y no estuve activo durante un tiempo, ese club era de la B y yo apuntaba a ir creciendo en la liga con el correr del tiempo, pero no se pudo. De ahí me fui a Polonia, que era una liga totalmente distinta, y la ciudad también.

Sangoy en Sporting Gijón

Después de Polonia, y antes de venir al fútbol argentino a retirarse en Atlético Paraná, Sangoy también tuvo un fugaz paso por la exótica liga de India, aunque se marchó sin siquiera haber jugado un minuto.

-¿A la India también fuiste por lo económico?

-De Polonia me fui a jugar a la India, cuando pude salir del todo del quilombo con los qataríes. India es todo un tema… ja. Era una liga de tres meses, que en ese momento habían ido figuras de la talla de Del Piero. Y el torneo era un trimestre y un mes previo de pretemporada, que lo organizaban las estrellas de cine del país. No lo pude jugar igual porque me lesioné y la recuperación me demandó el tiempo que duró el torneo. Compartía equipo con Defederico ahí, era el Mumbai antes de que lo compré el City Group.

-¿Y cómo era el día a día en India?

Era rarísimo. Había muchísimo contraste entre los ricos y los pobres. El club nos pagaba a nosotros la estadía en un hotel cinco estrellas, de recontra lujo, pero salías a la calle y tenías gente en extrema pobreza comiendo comida del suelo. Era una situación muy chocante ver eso. Era un lugar donde encima estaban todos muy hacinados, eran un millón de personas en la calle. No hay clase media allá: o sos muy rico, nivel que pasarás por la calle con un auto de lujo, o sos muy pobre al punto que te bañás y comés en la calle.

-De ahí volvés a Argentina a retirarte en Paraná y te retiraste en 2019: ¿Qué es de tu vida hoy?

-Ahora estoy disfrutando de la familia y jugando en una liga amateur de Paraná. Por suerte con la plata que hice en el fútbol pude invertir en algunos inmuebles y terrenos que los alquilo, con eso vivo hoy en día. Hice el curso de entrenador hace dos años, pero todavía no me picó el bicho de querer ponerme a dirigir, estoy muy tranquilo con otras cosas.