En Las Vegas, Franco Colapinto tuvo el accidente más duro en lo que va de su corta carrera en la Fórmula 1. Un golpe por el que muchos le han caído y aprovechado para destacar que no está listo para la categoría. Pero también están los que recuerdan los primeros años de quien hoy es el tricampeón mundial, Max Verstappen.
El neerlandés, que está a punto de convertirse en tetracampeón de la Fórmula 1 y alcanzar a leyendas como Alain Prost o Sebastian Vettel, debutó en la categoría en 2015, y desde 2016 está en Red Bull, donde cinco temporadas más tarde ganaría su primer título mundial.
Sin embargo, aquellos primeros años, previos a convertirse en el piloto que es hoy, están repletos de errores y aprendizaje… Tantos, que hasta fue apodado ‘Crashtappen’ y lo llevaron a recibir una cantidad de comentarios negativos al mismo nivel que hoy tiene de elogios.
Los múltiples accidentes de Max Verstappen en sus inicios en la Fórmula 1
Max fue protagonista frecuente de varios de los golpes más duros dentro de la categoría en el lustro final de la década pasada. En su primera temporada, se le recuerda uno en el que se llevó puesto a Romain Grosjean en la frenada de la curva 1 de Mónaco, donde voló contra las barreras y causó un accidente masivo.
En 2016, ya con Red Bull, Max fue protagonista de dos fuertes impactos con Kimi Raikkonen en Bélgica y hasta Christian Horner admitió que Verstappen estaba corriendo más allá del límite. A medida que sumaba Grandes Premios, Verstappen crecía en confianza y su agresividad era excesiva. En 2017 chocó contra otros pilotos en España, Austria y Singapur y en 2018 tuvo incidentes en los primeros seis Grandes Premios. Siempre yendo al límite y un poco más.
El punto de inflexión fue Bakú ese mismo año, en el que se pegó con Daniel Ricciardo, por entonces su compañero de equipo, por una maniobra agresiva al intentar defender la posición. Ambos Red Bull quedaron fuera de carrera, Verstappen fue el señalado y cambió por completo.
Desde aquella carrera, entró en una racha de 21 Grandes Premios consecutivos dentro de los cinco mejores y se consolidó como el piloto que es hoy. No fue sencillo, fue una historia de varios años, y al día de hoy sigue teniendo momentos donde va más allá del límite, y aún así es el referente de la categoría.
La enseñanza de ésta situación es simple: lo normal es equivocarse. Lo normal es aprender. Lo normal es cometer estas imprudencias que hoy le tocó cometer a Franco Colapinto, pero deben servir para aprender, para convertirse en un mejor piloto y no volver a cometerlas.
A Williams todo le cuesta el doble o aún más que a Red Bull y el argentino, si bien cada vez tiene menos margen, continúa aprendiendo en su camino en la Fórmula 1.