Como no podía ser de otra manera, la final entre Racing (campeón del Trofeo de Campeones) y Boca (subcampeón de la tabla anual) terminó con una tremenda polémica luego de que Fernando Rapallini decidiera convalidar un penal en el minuto 94 que le terminaría dando el título a los de Avellaneda.

Pese a las protestas de los jugadores Boca, Fernando Rapallini decidió mantener su postura y luego del aval del VAR del partido terminó de confirmar el penal que Gonzalo Piovi terminaría convirtiendo en gol. Una acción que, por supuesto, cuando terminó el partido necesitó una explicación.

Según se pudo ver en el final del partido, cuando los jugadores de Boca reclamaban una vez más, el árbitro del partido se habría justificado indicando que “Sández quiso atajarla”. Además, destacó que la pelota le pega en la mano una vez que se desvía en el cuerpo, no en la primera acción.

De esta manera, el juez de la final interpretó que el movimiento del brazo del defensor interfiere en el recorrido de la pelotay por lo tanto lo considerá que la jugada debía terminar en penal. Una decisión que ya despierta mucha polémica en las redes sociales ya que muchos consideran que no hubo intención.