Lo de Rosario era un duelo de pistoleros, en el que había que ver quien era el que desenfundaba primero: Maravilla Martínez o Maxi Salas. Finalmente, fue el de River, por el que el Millonario pagó cerca de 10 palos verdes para sacarlo de Racing. Me parece que el equipo de Gallardo terminó haciendo un negoción, y es sin dudas el mejor refuerzo de este segundo ciclo de Napoleón.

En el duelo por Copa Argentina, Maxi tuvo dos ocasiones: una la mandó a guardar y la otra la atajó Cambeses. Maravilla también tuvo sus dos chances, una salvada por Armani y la otra errada con el arco libre. Caliente con esto, el gran goleador de Racing se hizo echar. Vio la amarilla en el primer tiempo y se llevó la segunda sobre el final.

Respecto al partido en sí, en medio de las críticas, quiero elogiar una decisión de Gallardo al poner a Facundo Colidio de titular. Se debatía en la semana si el Muñeco debía repetir la línea de 5 volantes, pero finalmente puso al delantero, que fue una de las figuras y que asistió a Maxi Salas en el gol.

River logró revivir en un partido grande, en un mata-mata, y en uno que tenía todos los condimentos posibles como lo era este duelo con Racing. Ahora, el Millonario puede ganar dos títulos de acá a fin de año: la Copa Argentina, con la que le puede dar una mano a Boca, y el Torneo Clausura.

A los de Gustavo Costas le queda el gran sueño de la Libertadores, pero el DT se va muy preocupado. Más allá de las acciones individuales de peligro, Racing volvió a jugar mal y parecería difícil pensar que así tiene chances de eliminar al Flamengo, para meterse en la gran final de Lima.