De cara a un partido muy complicado, la Selección Argentina de Lionel Scaloni sabe que el próximo viernes tendrá que enfrentar a una poderosa selección que no solo tiene un buen presente sino que ha marcado la historia del fútbol fundando una escuela que hoy en día tiene más vigencia que nunca.
Pese a no haber conseguido ningún mundial, cayó en tres finales, la Selección de Países Bajos marcó a fuego el fútbol gracias a un estilo que nació en la década del 70 y que se instaló en las bases del deporte dejando para siempre el histórico apodo de “la naranja mecánica“. Un juego de palabras que graficaba cuales son sus bases.
Con un equipo repleto de figuras entre las cuales se podía encontrar a Wim Jansen, Johan Neeskens, Ruud Krol y Johan Cruyff, la Selección de Países Bajos que logró formar Rinus Michels para los mundiales de 1974 y 1978 tenía un engranaje casi perfecto que le permitió quedar en la historia pese a no ser campeón.
Basado en un esquema inicial que formaba con un 4-3-3, la principal característica de este equipo era la rotación que llevaban a cabo sus jugadores. Espacios que rápidamente eran ocupados por un compañero tapando así absolutamente toda la cancha. No era nada anormal comenzar una jugada con Cruyff de central y finalizar con este de centrodelantero.
Si bien esto podría generar problemas tácticos, en la Naranja de Michels eso no pasaba; todos los jugadores engranaban de manera exacta. Es por esto que, jugando con el nombre de la película que se estrenó en 1971, la prensa comenzó a llamar a este equipo “la Naranja Mecánica” ya que todo encajaba a la perfección.
Pese a que Países Bajos no siempre fue un equipo temible y tuvo buenas o malas generaciones, el apodo obtenido en 1974 prosperó en el tiempo y aún hoy es utilizado para referirse a la Selección de Países Bajos que enfrentará a la Argentina en el Mundial de Qatar.