Boca y Palmeiras ya se conocían de antes. Los dos equipos se habían enfrentado en la final de la Copa Libertadores del año 2000 y el Xeneize había levantado el trofeo luego de imponerse en la tanda de penales. Posteriormente, el equipo dirigido por Carlos Bianchi se consagró campeón del mundo tras vencer al Real Madrid.

Pero el destino volvió a cruzar a estos dos equipos en las semifinales de la edición siguiente de la Copa Libertadores. El equipo argentino venía de dejar en el camino al Junior de Colombia y al Vasco da Gama de Brasil. Por su parte, Palmeiras había dejado atrás al Sao Caetano y al Cruzeiro, a los dos los dejó afuera por penales.

El partido de ida se jugó el 7 de junio en La Bombonera y los brasileños estuvieron en ventaja en dos oportunidades. Finalmente, el primer partido finalizó 2 a 2 y para el Xeneize convirtieron Guillermo Barros Schelotto de penal y Antonio Barijho. Todo iba a definirse en Brasil.

El desquite iba a ser en el Parque Palestra Itália, conocido como el Parque Antártica. A los 17 minutos Boca ya ganaba 2 a 0 con goles de Juan Román Riquelme y Walter Gaitán. Pero en el segundo tiempo, los verdes igualaron las cosas y todo se definió desde los penales. Boca avanzó desde esa vía a la final y al Palmeiras se le acabó la suerte.

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Pero hubo un jugador que jugó uno de los mejores partidos de su vida: Juan Román Riquelme. Tan destacable fue lo que hizo el argentino que despertó los elogios de uno de los mejores jugadores de la historia: Ronaldo Nazario. Al argentino le pegaron desde todos los lugares y él siguió firme jugando de guapo.

Por ese entonces, Ronaldo jugaba en el Inter de Milán y semanas después del partido le brindó una entrevista a Mundo Deportivo y declaró: “A Riquelme yo le vi hacer cosas increíbles con el balón. Tiene talento natural y es un líder. A veces no creo las tonterías que dicen, de que es lento y todas esos reproches que le hacen".

Boca, campeón de la Libertadores 2001 (Getty)

Boca, campeón de la Libertadores 2001 (Getty)

Sobre el duelo con el Palmeiras, el astro brasileño declaró: "Esa noche en el Parque, todo Brasil se quedó alucinado por cómo jugó contra el Palmeiras por Libertadores. Solo un fenómeno hace lo que él hizo aquella noche". Y agregó: "Riquelme es el nuevo Zidane. El Barcelona no debe dudar en ficharlo. Llegará a ser un fenómeno mundial. Hoy por hoy, es el jugador más espectacular que puedo ver".

Boca terminó conquistando nuevamente la Copa Libertadores en ese año y en la temporada siguiente, Román pasó a jugar para el Barcelona. Además, luego de este partido, en Brasil hubo un boom de niños que nacían y les ponían el nombre del crack argentino.

Entre el año 2000 y el 2010, se inscribieron alrededor de 14 niños y niñas con nombres en homenaje al 10 argentino. Como si fuera poco, en el 2007 volvió a conquistar América tras vencer al Gremio en otra actuación para la historia.