Juan Román Riquelme pudo alcanzar las incorporaciones de Sergio Romero, Facundo Roncaglia y Martín Payero, pero no pudo mantener dentro del plantel de Boca a Carlos Izquierdoz, Eduardo Salvio y Cristian Pavón. Y a horas de que cierre el mercado de pases en Europa, habría un nuevo dolor de cabeza para el cuerpo técnico que comanda Hugo Ibarra.

A pesar de que el Xeneize no viene teniendo un buen andar en cuanto a lo grupal, las actuaciones individuales despertaron el interés de varios equipos del Viejo Continente, que están muy interesados en quedarse con los futbolistas boquenses. Y no solo aparece Agustín Rossi en el radar de quienes están del otro lado del Atlántico.

En las últimas semanas, aparecieron diferentes sondeos y propuestas formales para quedarse con Jorman Campuzano, Aaron Molinas y Luis Vázquez. Y ahora, en Boca deberán tomar una decisión muy importante, ya que en diferentes escalas, son importantes para el cuerpo técnico. 

Como pudo saber Bolavip Argentina, la situación de Molinas es bastante compleja, ya que desde Brandsen 805 no aceptaron la oferta de Gil Vicente para llevarse al enganche nacido en Lomas del Mirador mediante un préstamo con opción de compra, pero los portugueses no se dieron por vencidos y respondieron que esperan que exista una cláusula vidriera para cuando el 16 retorne al club dueño de su pase y lo transfieran en el futuro.

En cuanto a la situación particular de Campuzano, el mediocampista colombiano estaría muy cerca de emigrar hacia el fútbol turco, donde el principal interesado es Galatasaray, aunque también aparece Beşiktaş JK. Más allá de la situación puntual con los europeos, desde Boca pretenden que renueve su contrato antes de marcharse, ya que el mismo caducará a mediados de 2023. De lo contrario, continuará en La Ribera.

Por otra parte, aparece la situación de Vázquez, quien recibió una propuesta por parte de UD Almería, que quiere quedarse con la mitad de la ficha. Ante esta posibilidad, desde la dirigencia de Boca manifestaron que solo se marchará por la cláusula de rescisión, que está fijada en 15 millones de dólares. ¿Se marcharán?