Durante las últimas horas, el mundo Boca estuvo convulsionado por lo que fue la durísima derrota frente a Huracán, además de los rumores que comenzaron a circular por una posible salida de Battaglia, a menos de 15 días para visitar a River.
Los hinchas quedaron muy enojados por el rendimiento que presentó el equipo en el último partido disputado en La Bombonera, y pidieron que el plantel tenga un lavado de cara, algo que empezó a suceder con el regreso de Alan Varela a los entrenamientos con el plantel profesional.
Más allá de los problemas diarios que tiene la institución, en el Consejo de Fútbol quedaron muy atentos con respecto a lo que pueda suceder con el futuro de un jugador al que buscan vender. La idea de Riquelme y compañía es poder concretar la venta por una suma no menor a 4 millones de dólares para jerarquizar al equipo de cara a lo que será el próximo mes de junio.
En la cabeza de los miembros de la Comisión Directiva figura la chance de transferir a Gonzalo Maroni, quien se encuentra en Atlas de México, donde pelea por ingresar en los Playoffs de la Liga MX. Sin embargo, el enganche cordobés podría emigrar de las tierras aztecas, ya que quedó muy asustado con los hechos de violencia que se generaron durante el último fin de semana.
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Al momento de cederlo a préstamo por un año (regresará en junio), Boca le colocó una opción de compra a Gonzalo Maroni, ya que no iba a ser tenido en cuenta por Sebastián Battaglia. En el caso de que pudiera retornar a la República Argentina una vez que finalice su cesión, buscarán desprenderse definitivamente del ex Talleres, ya que su vínculo no sería renovado porque caducará a mediados de 2023.