La frase del Presidente del Atlético Mineiro entre semana de "los vamos a recibir de la misma forma" se dio con muchísima más fuerza que lo ocurrido en La Bombonera. Sucedió que había acusado malos tratos de parte de la dirigencia de Boca y del cuerpo técnico.

Esto se dio en su máxima expresión, ya que luego del polémico y caliente partido que resultó en la eliminación de Boca, la policía interceptó al plantel de camino al vestuario, los apretó y los agredió físicamente con gases lacrimógenos y cruces de golpes que terminaron en corridas. Bochornoso.

La bronca de Boca es entendible por lo malo que fueron los arbitrajes, en ambos partidos fueron perjudicados insólitamente por las decisiones arbitrales, y así y todo el equipo estuvo a la altura de la serie. Pero esto supera todo tipo de enojo porque sobrepasó lo sucedido en la cancha.
 
La policía intervino en las inmediaciones al vestuario para apretar al equipo dirigido por Miguel Ángel Russo y toda la dirigencia presente, donde se pudo observar a Jorge Bermudez enojadísimo acompañado de Raúl Cascini. Los jugadores, por su parte, revolearon vallas y elementos que se encontraban a su alrededor como defensa ante la agresión.
 
Todavía para peor, todo esto fue apañado por el Presidente del Mineiro, Sergio Coelho, quien cumplió con sus palabras citadas al principio de la nota y participó de la trifulca, revoleándole botellas de agua a los jugadores de Boca. Tiene que haber sanciones, y muy graves.