Era promesa de partidazo y no falló. Colón volvía a la Copa Libertadores y estrenaba su re-debut contra el histórico Peñarol, por lo que el partido tenía muchos condimentos desde la previa y en los 90 minutos terminó siendo un fútbol de lujo.

El Sabalero empezó ganando y siendo mejor que el Manya, sobre todo atacando por la izquierda con el filo de Cristian Bernardi y las pinceladas de Luis Miguel Rodríguez. De hecho, con una combinación así llegó el gol del local en Santa Fe que abrió la cuenta del partido. Anteriormente, el Pulga había cometido uno de los errados más insólitos del año, gambeteando al arquero y sufriendo dos salvadas en la línea de la defensa uruguaya.

Pese a la ventaja inicial, Colón no supo ampliar la misma ni mantenerla extendida en el tiempo de juego, y Peñarol sacó su chapa copera para imponerse en el complemento, algo que terminó sucediendo y confirmándose con el gol de Pablo Cepellini a falta de 20 minutos para el cierre del partido.

Sobre el final, cuando parecía que el partido terminaba en empate, apareció Facundo Farías en una pelota dividida en el área y la mandó a guardar, cumpliendo con la premisa que había prometido al quedarse en el Sabelero entre tanta negociación con otros equipos durante el mercado de pases: jugar la Copa Libertadores con Colón. 

De esta forma, Colón superó a Peñarol en Santa Fe y dieron el inicio a su grupo en la copa. Olimpia y Cerro Porteño, los otros dos integrantes del grupo, empataron en el clásico paraguayo. La próxima fecha será el martes que viene, donde Colón jugará de visitante ante el Ciclón guaraní y el Manya recibirá a Olimpia en el Campeón del Siglo.