El plato fuerte de la Premier League lo protagonizaron Liverpool y Aston Villa, en un encuentro que iba a tener a Emiliano Martínez enfrentando al equipo más goleador de la competencia. Ambos se midieron en un marco muy especial por la vuelta de Steven Gerrard -actual DT de los Villanos- a Anfield.
El partido empezó de una forma poco habitual para el arquero argentino, que estuvo rápidamente obligado a jugar con los pies. Uno de sus compañeros le entregó una pelota comprometedora cuando iban solo 15 segundos de juego, pero Dibu demostró que lo suyo trasciende lo que hace bajo los tres palos.
La pelota fue a su posición cuando Sadio Mané corría desesperadamente para presionar, dándole poco tiempo para pensar. Lejos de ponerse nervioso, el ex-Arsenal lo limpió con un toque hacia su perfil izquierdo y devolvió el balón tranquilidad.
El sonido del público local explicó lo que pasó por la cabeza de todos cuando la pelota fue para Martínez, ya que no es tan habitual que un arquero maneje esa calma cuando la tiene en sus pies. Por suerte el Aston Villa tiene a uno de los mejores del mundo.