Boca quiso aprovechar la derrota de Atlético Tucumán ante Patronato para escalar a la cima de la Liga Profesional, y recibió a Vélez ante una Bombonera repleta. Después de meterse en la semifinal de la Copa Argentina, los dirigidos por Hugo Ibarra llegaban ilusionados.

Vélez, que venía de ganarle a Barracas Central en el Amalfitani, quería cortar la racha sin triunfos en condición de visitante, algo que no conseguía desde mayo cuando le ganó 2-1 a Colón. Por eso mismo, Alexander Medina colocó un equipo muy batallador.

La primera parte dejó muchísimo que desear. A los dos equipos les costó poder crear y concretar situaciones de peligro, por lo que generó más de un bostezo entre los hinchas de Boca que estaban presentes, como así también aquellos de Vélez que lo miraron desde sus domicilios por la ausencia del público visitante en el fútbol argentino.

En la segunda mitad, una de las más claras estuvo en los pies de Walter Bou, quien definió hacia el palo izquierdo de Agustín Rossi, pero el arquero de Boca demostró que sus atajadas no coinciden con solo un buen momento, y evitó la apertura del marcador para los dirigidos por Medina.

Cuando el tiempo comenzaba a consumirse, Ibarra encontró la solución desde el banco de los suplentes: mandó a la cancha a Gonzalo Morales a la cancha, convirtió a los 33 minutos y sentenció el triunfo con el que el Xeneize escaló a la primera colocación de la tabla. Y la ilusión azul y oro está a flor de piel.

Sobre el final, Francisco Ortega se fue expulsado por una patada desleal y desde atrás sobre Luis Advíncula, como así también Valentín Gómez por el tumulto que se generó a raíz de la infracción. Y quien también vio la tarjeta roja fue Luis Vázquez, quien empujó con vehemencia a varios jugadores de la visita.

Por los más chicos, Boca se encarga de liderar la Liga Profesional. Y ahora, le sacó un punto de ventaja a Atlético Tucumán, mientras que dos a Racing. El campeonato está encendidísimo, y no da respiro alguno.