Juan Edgardo Ramírez, destacado volante de San Lorenzo de Almagro, es uno de los protagonistas estelares del presente mercado de pases en el fútbol doméstico. Es que, en primera instancia, el hombre surgido de las divisiones inferiores de Argentinos Juniors ingresó de lleno en la órbita de River Plate. Y, un poco más tarde, hizo lo propio en la de Boca Juniors.

Tal es así que, en las últimas horas, la entidad comandada tácticamente por Miguel Ángel Russo aceleró con el deseo de contratarlo lo más pronto posible. En medio de ese panorama, el futbolista de 28 años de edad faltó a la concentración del Ciclón de cara al juego contra Arsenal de Sarandí, presionando de manera clara a la dirigencia de su equipo.

Como consecuencia de ello, San Lorenzo, con su cúpula dirigencial más el director deportivo Mauro Cetto y el director técnico Paolo Montero decidieron castigar duramente al jugador que también supo defender las camisetas de Colorado Rapids de Estados Unidos, Almería de España y Talleres de Córdoba a lo largo de su carrera futbolística.

¿De qué manera? Ramírez no solamente no ingresó al predio de San Lorenzo sino que tuvo que cambiarse y entrenar de forma diferenciada mientras espera por una decisión global sobre su futuro. Cabe destacar que el Xeneize sigue insistiendo con la misión de quedárselo, mientras que River no baja los brazos y sueña con ganarle la batalla a Boca.

Al mismo tiempo, según informaron desde 'TyC Sports', San Lorenzo tiene decidido obligar a Ramírez a entrenarse en contra turno a partir de este martes. Sintetizando, el plantel trabajará a la mañana y el mediocampista lo hará a la tarde de la mano de un preparador físico y en absoluta soledad. Sin lugar a dudas, un castigo severo.