No es ninguna novedad decir que los clásicos son partidos aparte. Es que por lo que hay en juego en cada partido entre máximos rivales, la intensidad suele ser mucho mayor que en cualquier otro encuentro, y es por eso que también en muchas ocasiones, los resultados sorprenden. Y en el Banfield-Lanús de este domingo, eso fue lo que ocurrió.

Es que el Taladro, de local y con mejor andar en la Liga Profesional que el Granate, no pudo siquiera obtener un empate en su casa frente a un Lanús que llegaba al clásico de Zona Sur como el último en la tabla de posiciones, con solo dos victorias en el torneo y con la segunda valla más vencida entre los 28 equipos de la primera división del fútbol argentino.

Para peor, Banfield llegaba envalentonado luego de haber vencido a River en el Monumental la última fecha, mientras que Lanús había perdido de local con Boca entresemana. Y como si esto fuera poco, los granates han tenido cuatro entrenadores en lo que va del 2022, marchan últimos en la tabla anual y los resultados no lo acompañan hace tiempo. Pero en el Florencio “Lencho” Sola, el partido fue favorable para la visita.

Siendo un encuentro trabado, sin mucho tiempo neto de juego y sin demasiadas situaciones de peligro, Lanús obtuvo mediante una pelota parada el gol que encabezó el triunfogracias a un gran centro de Luciano Boggio y un potente cabezazo de Yonathan Cabral en el ocaso del primer tiempo.

Cuando Banfield podía aspirar a empardar el duelo, la expulsión de Aarón Quirós lo dejó con uno menos al equipo de Claudio Vivas, lo que impidió que el gol del local llegue. A falta de cinco minutos para cierre, para sentenciar la victoria para Lanús, Facundo Orozco sacó un derechazo de volea que liquidó el encuentro para que el Granate tenga un triunfo en el clásico del sur pese al descuento final de Andrés Chávez para el Taladro, el cual dispuso el 2 a 1 definitivo en el marcador. En los últimos minutos, el clásico terminó en partidazo.