El 2024 cerró con uno de los torneos más esperados por los aficionados al Ajedrez: el Campeonato Mundial de Blitz organizado por la FIDE el 30 y 31 de diciembre en Nueva York. El torneo generó mayor revuelo en la primera jornada, con la decisión del múltiple campeón mundial, Magnus Carlsen, de desafiar el código de vestimenta de la organización. Sin embargo, lo sucedido en la gran final superó todo lo sucedido previo a ello.
A pesar de la disputa con la FIDE y de un mal inicio de torneo, Magnus Carlsen llegó a la final, donde enfrentó al ruso Yan Nepómniashchi. El noruego ganó los primeros dos juegos de la serie, y quedó a una victoria de ganar el que sería su sexto título -tercero consecutivo-, pero el ruso respondió e igualó la serie con dos victorias. Carlsen y Nepómniashchi jugaron tres partidas más, y todas terminaron en empate.
La hora corría, el año nuevo se acercaba y la jornada de los finalistas ya había sido demasiado larga: Cuartos de Final, Semifinales y una final que no parecía decantarse para ningún lado. Fue entonces cuando, luego del tercer empate consecutivo, Carlsen se quedó sentado, habló directamente con Nepómniashchi y luego llamó a la organización para consumar lo que sería una situación inédita en la historia del Mundial de Blitz: una definición en empate y el campeonato para ambos.
Carlsen y Nepómniashchi estaban empardados en cada juego.
Cuando muchos creían que la FIDE iba a denegar el pedido de Carlsen, apegarse a la historia del campeonato y hacerlos jugar a él y a Nepómniashchi hasta definir un campeón, la Federación finalmente aceptó el pedido del noruego y decidió ponerle fin al Mundial de Blitz 2024 en un empate y coronar como campeones tanto a Magnus Carlsen como a Ian Nepómniashchi.
La expicación de Carlsen tras compartir el campeonato con Nepómniashchi
Sin lugar a dudas, se trató de una situación que dejó perplejos a muchos. Y varios expertos en Ajedrez, así como analistas y jugadores de rango Gran Maestro mostraron su desaprobación por la forma en que se definió el torneo. No obstante, Magnus Carlsen detalló lo que lo llevó a proponer esa decisión.
Finalmente, la FIDE consagró a ambos como campeones de Blitz.
“Se sentía como lo correcto, el compartir el oro con Nepo”, inició Carlsen en su diálogo con los medios tras la final del campeonato. “Llegamos a un punto donde el día había sido demasiado largo, habíamos jugado muchas partidas, empatamos tres veces y sentí que podíamos seguir así un largo tiempo”, explicó. “Creo que compartir la victoria fue una buena solución, una buena forma de terminarlo”, completó el noruego.
En el femenino no se tomó la misma decisión
Lo más curioso de la situación es que, minutos antes, había finalizado la final de mujeres, en el que la china Ju Wenjun se consagró campeona. Wenjun venció a su compatriota, Lei Tingjie luego de ganar en la sexta partida tras cinco empates consecutivos. Allí la Federación no optó por un empate, sino que jugaron hasta que una de las dos venció a la otra y obtuvo el título.
En cualquier caso, lo sucedido entre Carlsen y Nepómniashchi pasará a la historia como el primer año donde el Campeonato Mundial de Blitz se definió en empate y dos campeones fueron consagrados.