La Selección Argentina empezó un nuevo sueño y arrancó los Juegos Olímpicos Tokio 2020 enfrentando a su par de Australia. Con el objetivo de repetir lo de Atenas 2004 y Beijing 2008, el equipo de Fernando Batista le dio el puntapie inicial a un grupo que también comparte con España y Egipto.

La Albiceleste no arrancó de la mejor manera el partido, con los de Oceanía imponiéndose en el juego durante los primeros minutos. A los 13' eso se reflejó en el marcador: un envío largo a la espalda de De La Fuente y un pase al medio para Lachlan Wales abrió la cuenta para el rival.

De ahí en adelante, el conjunto nacional empezó a crecer y a ser dominador del juego. Pasada la media hora de juego, Esequiel Barco sacó un zapatazo que podía terminar siendo el mejor gol del torneo, pero el travesaño le dijo que no. El ex-Independiente era de lo más activo en la etapa inicial.

El momento más insólito se dio al final del primer tiempo, cuando el árbitro del encuentro decidió sacarle doble amarilla a Francisco Ortega por un agarrón totalmente natural cuando la pelota ni siquiera estaba en juego. Argentina se quedó con 10 y el VAR no pudo intervenir, ya que se trataba de una amonestación.

 

El complemento no tuvo novedades positivas para la Selección, que estuvo más cerca de perderlo 2 a 0 que de llegar al empate. Con un hombre menos, fue el arquero Jeremías Ledesma quien se encargó de mantener la mínima diferencia para los australianos.

A falta de 10 minutos para finalizar el encuentro, Australia encontró el segundo. Marco Tilio, que había ingresado instantes atrás, sacó un remate de primera y a colocar para estirar la ventaja. Un verdadero golazo.

Argentina siguió buscando pero no pudo ante un rival que fue mejor. El próximo domingo desde las 4:30, la Albiceleste buscará su primer triunfo ante Egipto.