Los jugadores de la Selección Argentina regresaron a sus respectivos clubes tras la satisfactoria doble fecha de Eliminatorias para el combinado que dirige Lionel Scaloni, la cual finalizó con dos triunfos ante Chile y Colombia sin la presencia de Lionel Messi. Finalizado el parón internacional, y con varios partidos de copas nacionales de por medio, las principales ligas de Europa retomaron la actividad y hubo protagonismo de la Albiceleste precisamente en la Serie A de Italia.

El Udinese recibió este domingo al Torino en el marco de la jornada 24 del Calcio y Gabriele Cioffi, DT del conjunto local, decidió dejar al margen a los tres argentinos del plantel a disposición, relegándolos al banco de los suplentes. El partido se presentó muy cerrado para ambos equipos y todo parecía indicar que el marcador iba a terminar sin goles, pero Nahuel Molina ingresó a falta de 10 minutos para el pitazo final y fue determinante.

Cioffi apostó a la pelota parada para intentar quedarse con los tres puntos y encontró al jugador indicado. En tiempo de descuento, el lateral derecho de la Selección asumió la responsabilidad de ejecutar un tiro libre que parecía tener destino en el corazón del área. No obstante, el ex Boca decidió rematar al arco y la pelota terminó en las redes, para la locura de los futbolistas del Udinese en sintonía con el público. Un disparo excelso a larga distancia.

El resultado no quedó ahí. Ignacio Pussetto, el otro argentino que ingresó desde el banco, se hizo cargo de la ejecución de un penal cobrado sobre la hora y sentenció el tanteador para un verdadero triunfazo del friulani, clave para despegarse del fondo de la tabla y esquivar los puestos de descenso directo. Una victoria 100% albiceleste en tierras italianas.