El segundo tiempo entre Argentina y Chile transformó a este clásico reciente de la Copa América en un partidazo.

En la primera mitad, un dominio de la Argentina con 13 intentos de tiros al arco contra ninguno de Chile, no todos tan claro, con ocho de afueras del área y una posesión permanente, con una respuesta defensiva impecable durante todo el partido de los centrales, Cuti Romero y Lisandro Martínez.

Frente a un Chile que no tenía chances de contracatar y que perdía la pelota rápido. pero no fue un dominio con la posibilidad de plasmar esa posibilidad en el resultado.

En el segundo tiempo fue otra historia, la Argentina pudo haber marcado goles en ese arranque con un Claudio Bravo que en el primer tiempo había intervenido poco pero que en el complemento lo llamaron y mucho, haciendo por momentos milagros el arquero de 41 años.

Llega el momento de los cambios. Sale Nico González y ya el equipo ahí pierde a un jugador importante para defender los ataques de Isla que fueron cada vez más profundas. Rodrigo Echeverría tuvo dos remates a gol, acierta al arco, uno con borde interno, otro con empeine y Dibu Martínez demostró por qué es el arquero más influyente del mundo. Lo que influye tiene muy pocos puntos de comparación ene l fútbol mundial.

El mejor momento del equipo argentino ya había pasado, los cambios no habían fluido, ya habían entrado Lautaro y Angelito, Scaloni había cambiado a los laterales como ante Canadá, pero este equipo seimpre encuentra una forma de ganar los partidos.

Primero un córner de Messi que casi es olímpico, lo sacó Bravo. Después la jugada que Lisandro gana arriba, le queda a Lo Celso habilitado y Lautaro demostró que está derecho, juega poco y decide mucho.

Veremos qué pasa con Messi al que evidentemente le molestó el aductor y eso lo condicionó durante el primer tiempo.

Un partidazo de una Selección clasificada a cuartos de final y que con un empate ante Perú le bastará para ser líder del grupo y jugar la próxima ronda en Houston. Argentina ganó un partido bravo, ¿por qué? porque el campeón del mundo siempre encuentra una forma de ganar el partido.