Tras su participación en el US Open en el que accedió hasta semifinales, instancia en la que fue eliminado por el campeón Carlos Alcaraz, se conoció la decisión de Novak Djokovic de radicarse de manera permanente junto a su familia en Atenas, Grecia, dejando así su residencia en Serbia después de ser considerado un “traidor” por el presidente Aleksandar Vucic.
En el poder desde 2017, el máximo mandatario no le perdonó al ídolo nacional que apoyara las protestas estudiantiles contra su gobierno, demandando elecciones que pongan fin a un régimen que consideran autocrático y al que cuestionan por un “control asfixiante sobre el poder judicial y los medios de comunicación”.
Djokovic solicitará en Grecia el denominado visado dorado, un permiso de residencia permanente para ciudadanos no comunitarios a cambio de una inversión considerable de dinero en el país. El tenista más ganador en la historia de los Grand Slam se ha reunido recientemente en dos ocasiones con el primer ministro Kyriakos Mitsotakis, la última vez en agosto, para gestionar ese permiso de residencia permanente.
Como parte de esa mudanza, también cambiará de sede el Torneo ATP 250 que venía disputándose el Belgrado y del que el serbio es propietario. Ahora, pasará a disputarse en Atenas y será parte de esa inversión económica que hará posible el visado que solicitó.

A la distancia, Djokovic se ha manifestado más de una vez contra el régimen de Vucic.
Además, según informó la prensa griega, tiene como objetivo dirigir una academia de tenis en la capital y hacer también allí su propio entrenamiento en el club de Tatoi, situado cerca de las fincas de la exfamilia real griega, que l parecer es el lugar elegido por el serbio para vivir junto a su familia.
La protesta estudiantil que apoyó Djokovic
Estudiantes serbios han asumido desde noviembre del año pasado el liderazgo de multitudinarias manifestaciones “contra la corrupción y en favor del Estado de derecho”, impulsados por la indignación que provocó el colapso de una marquesina en una estación de trenes en Novi Sad que dejó un saldo de 16 muertos.
En diciembre, Novak Djokovic se expresó sobre la tragedia y en enero dedicó una de sus victorias a una estudiante que durante unas protestas fue atropellada y terminó en el hospital. Ya en marzo pasado, cuando unas 300.000 personas salieron a las calles de Belgrado para protestar contra el gobierno de Vucic, el tenista compartió fotos de la marcha en Instagram y agregó: “¡Histórico, magnífico!”.







