Carlos Albert es un hombre combativo por un futbol que él cree que es más justo. Desde ser pionero en demandar formalmente a un equipo hasta sus ataques en televisión, el actual periodista siempre da de qué hablar.

Bolavip se dio el lujo de poder dialogar con una figura tan imponente como polémica, y los titulares estuvieron en cada respuesta.

¿Qué opinás de lo que ocurrió con Santos Laguna? ¿Debería ser sancionado?

Es una falta de atención y de cuidado con los que son profesionales. Algunos de ellos no cumplieron las normas santiarias, y eso es muy serio. Deberían sancionarlos, pero no creo que ocurra.

¿Estuvo bien dejar desierto el título de campeón?

Sí, porque no se cumplen todas las reglas en cuanto a puntuación, tiempo y forma. Está bien que dejen el campeonato acéfalo. México no tiene competencias de nivel internacional, a diferencia de otras ligas en las que tienen que cumplir con su calendario.

Hace poco, Alfredo Álvarez (vicepresidente del Cruz Azul) sostuvo que Santos Laguna inventó casos de Coronavirus. ¿Qué opinas de esa declaración? ¿Hay un interés de fondo que desconocemos?

Fíjate que los mismos directivos hablan entre sí de esta manera. Y eso que son "socios". Ese es el problema del futbol mexicano. Es increíble que los dueños de 2 equipos se desmientan de esa forma. Aunque (Alejandro, presidente del Grupo Orlegi) Irarragorri es capaz de todo, no creo que haya recurrido a esa situación. Es una lástima que se ventaneen así.

Siendo alguien que los confrontó públicamente, ¿tú crees que hay una división de dueños?

Por supuesto que sí. Siempre ha habido problemas entre dueños, grupos antagónicos y diferencias. No recuerdo alguna vez, en mis 60 años en el que estoy con el futbol, que todos los dueños hayan jalado para el mismo lugar. Siempre hay grupitos que siguen sus intereses y hasta hay traiciones. Ese es un gran problema del futbol mexicano.

¿Lo directivo repercute en lo deportivo?

Por supuesto. Cuando el producto está mal llevado y no motiva a competir, hace que decaiga. Es fácil jugar en el futbol mexicano porque no hay que competir. Los torneos de nivel han sido vedados, no hay un incentivo para que el futbolista mexicano de lo mejor de si.

Antonio Briseño, hace poco y en una entrevista, recordó la Final de la Libertadores que disputó con Tigres ante River, en la que afirmó que la presión recibida en el Estadio Monumental (donde el conjunto argentino hace de local) fue fundamental y que la Selección mexicana tiene un problema, porque muchos de sus jugadores sienten esa presión 1 vez cada 4 años, en el Mundial. ¿Tú crees que ese es un factor que afecta tanto el rendimiento del futbol mexicano como de la selección?

Definitivamente. Es algo que veo hace mucho tiempo. En el futbol mexicano ya no hay ascenso ni descenso. ¿Para que te importa ser el campeón o el décimo si no pasa nada? Hasta los amateurs, en el deporte, tienen la presión de ganar. Si no hay competencia, no pasa nada y no mejoras.

Tú sueles criticar a los jugadores por "dejarse mañatar" por los dueños. ¿Crees que hay una mejora en ellos ante temas abusivos, como esta eliminación del Descenso?

Pues no, Alejo, tú lo acabas de mencionar. Ahora viene esta decisión y al futbolista ni le preguntaron. Supuestamente hay una asociación de futbolistas ahora, y no un sindicato, como yo hice en su momento, que estaba avalado por el Gobierno. Estos señores tienen miedo y son charros. Está puesto para que piensen que hay una defensa del futbolista. Ni han volteado a verlos, es una vergüenza lo que está pasando. En este momento, hay un equipo al que están por sacar de su sede y lo van a mandar a otro lugar (Morelia).

¿Qué le falta, entonces, a los jugadores para poder aguantar estos embates?

Les falta dignididad personal y profesionalidad. Les falta valor. No tienen idea. No saben que son el protagonista mayor del espectáculo. Sin ellos no habría nada, pero no se han dado cuenta. Se han abaratado muchísimo. Son todos obedientes de los dueños, como en Morelia.

¿Esa dignidad es la diferencia con los futbolistas argentinos y brasileños, por ejemplo?

Es una diferencia fundamental. Además, nace del esfuerzo que ellos tienen que hacer para llegar. En Argentina empiezan desde muy chamaquitos y van creciendo hasta llegar al primer equipo. Sienten todo lo relacionado al futbol desde muy pequeños. En el futbol mexicano no hay forma que vayas creciendo con los colores del equipo. No está ese cariño por el club. Por eso hay una pasión tan grande con el futbol en Argentina. Imagina este ejemplo: viene la directiva de Boca y les cuenta a los jugadores que van a mudar la sede a otra provincia. ¡Esos directivos no salen vivos! La gente nace con la camiseta y muere con la camiseta, aunque también no tiene su parte agradable, como las barras. Eso envidio del futbol argentino: hay identidad. En México, de un guerrero te conviertes en un mercenario. Como histórico del Necaxa, me dieron ganas de llorar cuando leí lo iban a llevar a Aguascalientes. En el futbol mexicano no hay amor, ese es el principal problema.

¿Cómo lo ves hoy en la liga al Necaxa?

No lo veo muy bien, aunque los dueños están tratando de hacer lo correcto en la liga con un equipo nómade y para hacer un conjunto serio. Tienen buenas Fuerzas Básicas, elementos, manejan bien las redes sociales para incluir. Lo están haciendo bien, aunque va a llevar tiempo para que se refleje.

¿Y con respecto a las políticas de los directivos de comprar barato y vender poco?

Va a ser muy difícil que vuelva a crecer el Necaxa. Además, en México hay mucho desorden que afecta mucho, como respetar las sedes, haciendo campañas y calendarios congruentes. Aquí las televisoras tienen un poder inusitado y hasta elijen los horarios de los equipos. Eso no es correcto.

¿Cómo fue tu etapa como jugador? ¿Cuál fue esa revolución que realizaron en el Necaxa en la defensa?

Empecé a jugar a los 16 años en el Necaxa. En aquel entonces, no se utilizaba el famoso 4-2-4. Eran 5 delanteros, 2 medios y 3 defensas. Por eso había tantos goles. En México éramos los únicos que jugaban con 3. Con Francisco Majewski hicimos dupla central y fuimos el último equipo que puso 4 defensas. Luego comenzaron muchas revoluciones tácticas.

Hay algunas críticas hoy con respecto a aggiornar todos los conceptos como si fuesen algo actual...

Antes era más sencillo. A muchos de mis colegas se les dio por utilizar una semántica más compleja para denominar ciertos aspectos. Algo que decía el increíble Nacho (Ignacio) Trelles era que el futbol es muy fácil: se divide en defender y atacar. El siguiente elemento es que hay que hacerlo con orden. Hay que estar de acuerdo para no llegar por el mismo lugar. Fue muy sabio. Todo lo demás es parte del show televisivo.

¿Hay algún defensa mexicano que te guste hoy?

Me llama mucho la atención Miguel Layún, porque empezó siendo muy criticado. Se repuso del "todo es culpa de Layún". No cualquiera hubiese podido salir adelante. Luego se convirtió en un jugador de Selección nacional y convirtió las críticas en elogios. Tiene seguridad en sí mismo. En Europa lo hizo muy bien.

¿Qué opinas del comportamiento fuera de la cancha de la Selección mexicana?

Los medios no lo podemos evitar. Su comportamiento es importante porque, como figura pública, deben dar el ejemplo. No digo que dejen de ser humanos, pero hay formas. Tienen todo el derecho de realajarse y divertirse, pero hay que saber cuándo, dónde y cómo. Lo que hicieron lo tendrían que haber hecho privado, no es correcto hacerlo público. Hay que ser un poco más inteligente.

¿Qué pasó el año pasado con Javier Hernández? ¿Qué opinas de él?

Empecé admirándolo. Jugué contra su abuelo, narré partidos de su padre y lo disfruté a él. Su carrera en Europa fue genial. Su comportamiento fue extraordinario y no se dejó marear. La gente lo quería. Luego, poco a poco se fue desubicando, y eso se reflejó, como siempre, en la cancha. De ser aquel goleador, empezó a bajar su rendimiento y empezó a subir sus malas respuestas. Se agrandó. Así como fui su admirador al inicio, él cambió su comportamiento y lo comencé a criticar. Teniendo para dar más, prefirió ponerse un límite de esfuerzo y éxito. Se convirtió en un hombre pusilánime, abarató su categoría. Pasó de ser una gran opción a una opción normal.

¿Qué opinión te merece el entrenador del América, Miguel Herrera?

Él también se perdió. Ha sido un entrenador muy exitoso, pero le falta calidad y preparación personal y le sobra temperamento. Ese desequilibrio lo muestra en cada fin de semana. Sus formas son muy preocupantes y vulgares. De por sí su apariencia no lo ayuda mucho. No es correcto lo que hace, porque es un líder. Afecta a su equipo. Es un pésimo ejemplo para los jóvenes que lo están viendo en televisión. Es el antideportivismo en su máxima expresión.

¿Cómo viste los últimos torneos? ¿Te gusta algún equipo en particular?

No. No veo que haya un proceso de crecimiento. En otros torneos, el futbol creció táctica, física y hasta organizacionalmente. Mientras que el futbol sudamericano sigue siendo un crisol de grandes futbolistas, aquí en México no avanza y se retrasa en algunos aspectos. Aquí hay recursos para que tengamos un futbol de alto nivel, en todo sentido. No ocurre porque primero hay dueños en vez de clubes, con todo lo que eso implica. La selección nacional es el reflejo de lo que ocurre en las instituciones. La multipropiedad en este país, por ejemplo, es una vergüenza. No quiero pensar cuando haya dos equipos del mismo propietario en la Final. ¡Incluso hay casas de apuestas que tienen equipos de futbol y están incluidos en la papeleta semanal de pronósticos!