Cruz Azul acarrea la mochila más pesada de todo México: es un club muy grande e importante, pero no logra un título de Liga MX desde 1997. La presión se ha notado en varias ocasiones definitorias y eso ha empañado su gran historia.

El desfile de futbolistas que llegaban con mote de cracks pero que no terminaron estando a la altura es muy amplio. Uno de los tantos casos que la afición recuerda es el de Mariano Messera, que arribó a La Noria con amplios pergaminos.

Tras brillar en Gimnasia y Esgrima de La Plata como mediapunta, el argentino ilusionó a los seguidores con tener un rendimiento similar en el cuadro capitalino. Sin embargo, la historia fue bien distinta: apenas pudo anotar 1 gol en 14 partidos.

Luego de su amargo paso por La Máquina, el sudamericano volvió a su país para jugar en Rosario Central. 1 año le bastó para pegar el salto a Europa y ser adquirido por el Catania de Italia.

Con nuevas irregularidades, Messera retornó a la Argentina para jugar en San Lorenzo. A partir de allí comenzó un desfile de escuadras que incluyó un retorno a Europa (en 2006 al Xanthi de Grecia) y que concluyó en 2015.

Actualmente dirige las Fuerzas Básicas de Gimnasia, el club de sus amores. Allí trabaja codo a codo con Diego Maradona, el estratega principal.