El partido entre Tigre y Boca por la final de la Copa de la Superliga arrancó movido, con mucha intensidad.

No iban ni dos minutos y Walter Montillo fue a presionar con demencia a Julio Buffarini: le metió una plancha terrible.

El del Xeneize quedó muy sentido. Mientras, el árbitro del partido Nestor Pitana tomaba una mala decisión: no sacar ni tarjeta amarilla.

Hasta los 60 minutos de partido se la bancó el lateral,. Luego fue reemplazado por Gustavo Alfaro y atendido de inmediato por los médicos del club.

Hoy, ya se hizo los estudios correspondientes y espera por la gravedad de su lesión, que se presenta como un esguince de rodilla.

Al salir de la clínica, habló: "Sé que Montillo no es un jugador de malas intenciones. Se disculpó en la misma jugada. Pitana no dijo nada, no sacó ni amarilla. Una roja podría haber cambiado el partido. Sin dudas era expulsión".