Cuando la Confederación Brasileña de Fútbol lo haga oficial y le saque los 6 puntos, Cruzeiro, tras 9 fechas jugadas, quedará en el último puesto de la tabla del Brasileirao.

La sanción surge de una serie de irregularidades en la venta de los derechos económicos de Messinho, un joven de 11 años. 

La transferencia no solo está prohibida por el Estatuto de Crianza y Adolescencia de Brasil, sino también por la FIFA: los empresarios no pueden poseer los derechos de jugadores.

El escándalo se amplió tras conocerse que los 520 mil dólares pagados no fueron solo por el 20% del pase del jugador promesa: también incluía el mismo porcentaje de David, Cacá, Marco Antonio, Vitinho y Gabriel Nascimento, el 7% de Murilo y el 5% de Raniel. Una verdadera locura.

Pancartas como "Parásitos, dejen Cruzeiro ya” y “¡Basta de divertirse con nuestra pasión!” aparecieron en estos días por las inmediaciones del estadio, colgadas por la verdadera afición, ya que la "Mafia Azul", barrabrava del club brasileño, está con la dirigencia.

Antes de viajar a Argentina para la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores ante River, deberán enfrentar a Botafogo y Bahía por el torneo local, y jugar el picante clásico ante Atlético Mineiro por la Copa de Brasil. Desde el plantel aseguran que nada de esto perdujica su rendimiento. Pero debe incomodar...