La presencia del coronavirus a lo largo y a lo ancho del planeta es cada vez más alarmante. Por supuesto, el fútbol no está exento de las consecuencias de esta pandemia.
Por ello, de manera progresiva, distintos países y competiciones fueron tomando determinaciones relacionadas con el virus. Quita de público y suspensión de certámenes.
De todas maneras, Argentina siguió firme en su postura de seguir jugando hasta que la situación se hizo insostenible. Era el único país de Latinoamérica que continuaba con actividad.
En medio de una gran polémica -iniciada con la determinación de River de no presentarse a jugar- y tras muchas idas y vueltas se llegó a la conclusión esperada.
Ya se habían suspendido las categorías juveniles e infantiles y este lunes se oficializó el parate en torno al fútbol profesional, que engloba Primera y Ascenso.
A pesar de la intención del presidente Alberto Fernández, de Superliga y de las empresas encargadas de televisar los partidos de continuar, el desenlace fue el lógico.
Los jugadores de fútbol fueron exteriorizando su desacuerdo por continuar con la actividad y esto se trasladó a Futbolistas Argentinos Agremiados.