La edición del clásico 251 fue para el Azul. Millonarios llegaba al partido con la necesidad de salir a buscar el resultado y de proponer, ya que una derrota podría haberlo dejarlo prácticamente sin aspiraciones de la clasificación a la siguiente fase del torneo. Pero América, que ya se encuentra en la zona de clasificación, quería volver a ser mártir del Embajador, como lo ha sido en otras ocasiones.

Desde el inicio, América salió a proponer y no a esperar. Las discusiones iniciaban temprano, sobre el minuto tres, cuando después de un tiro de esquina pateado por Duvan Vergara, la pelota impactaba sobre el brazo del zaguero azul Andrés Llinas pero el juez central no lo vio como penalti. América seguía proponiendo y su medio era Duvan Vergara. Desequilibrando constantemente con los cambios de ritmo y siendo decisivo en el ataque.

Una mano dudosa dentro del área americana, le daba un penal a Millonarios que ilusionaba a toda la hinchada azul. Pero el VAR le quitaría la opción de adelantarse en el marcador al anular la decisión del juez.

 

 

 

Millonarios respondía de igual forma y el partido pasaba a ser de ida y vuelta con un ritmo de juego muy alto. Millonarios apelaba a la aparición mágica de David Silva, que continua siendo el principal eje del cuadro Azul, y a la movilidad de sus dos fichas en ataque, que constantemente se introducían entre la línea defensiva y la primer línea de volantes. Mientras que el conjunto Escarlata optaba por la amplitud con sus extremos Arias y Vergara, además del apoyo de sus laterales para generar mayor peso ofensivo.

América adelantaba sus líneas y ejercía un pressing muy alto a la línea defensiva de Millonarios, que lo obligaba a jugar largo. Ambos equipos cortaban los avances de su rival con faltas y no con la recuperación de la pelota.

 

 

Ya en el segundo tiempo se le vio más cómodo a Millonarios desde el inicio. Parecía que ese juego friccionado y rápido del primer tiempo obligaba a oxigenar al América y entregarle la pelota a Millonarios que la supo aprovechar.

El gol del equipo dirigido por Alberto Gamero llegaba luego de una mano en el área. Penal cobrado de muy buena manera por Ayron Del Valle, abriendo su pie derecho y enviando la pelota a ras del palo izquierdo de Graterol. Después del gol, Millonarios se llenaba de confianza y se disciplinaba más en defensa con el ida y vuelta de sus volantes abiertos.

Juan Moreno se sigue afianzando en el arco Azul, cuando lo exigieron respondió de la mejor manera con atajadas claves que llenaban de confianza y seguridad al equipo azul. América solo podía responder por ocasiones con acercamientos con un nivel bajo de peligro sobre el área rival.

Cuando todo iba a finalizar, llegó el segundo gol del Embajador. Gamero acertó con el ingreso de El Caballo Marques y de Elieser Quiñonez para asegurar el partido. Luego de que Márquez ganara la posesión de la pelota en el hombre a hombre, avanzó y posteriormente vio a Eliser Quiñonez que entraba solo por el segundo palo para definir y asegurar los tres puntos.

Millonarios logra tres puntos claves en sus aspiraciones a seguir en la pelea. No se puede dar por muerte al equipo de Gamero, cada partido se evidencia un equipo con más trabajo que ilusiona a su hinchada.