El estadio centenario de Montevideo, con una amplia presencia de aficionados brasileños en sus tribunas vio cómo el cuadro dirigido por el portugués Abel Ferreira, Palmeiras, consiguió su tercera Copa Libertadores de la historia; gracias a los goles de Raphael Veiga y Deyverson.
Horas después del ansiado triunfo los festejos no paran ni por parte de los jugadores, en los aficionados del Palestra Italia, ocuparon las calles de Sao Paulo para festejar el título del torneo internacional, en victoria lograda ante nada más que Flamengo, uno de los clubes más encopetados de Brasil.
De hecho, como gran particularidad en el festejo del título por parte de los futbolistas, se vio que el trofeo de la Gloria Eterna, levantado por parte de Felipe Melo, el experimentado mediocampista de marca, por parte del paraguayo Gustavo Gómez, quien ofició como capitán en los últimos duelos.
Cabe recordar que de esta manera el elenco verde paulista logró su segundo título consecutivo, en el torneo Conmebol. Igualando de esta manera, tras casi dos décadas, lo hecho por el Boca Juniors, de Carlos Bianchi, que consiguió la gesta de ganar dos títulos seguidos.
