La final de la última Copa Libertadores entre River y Boca aún sigue latente en la memoria de todos los seguidores del fútbol argentino y sudamericano.

Aquel gol de Darío Benedetto sobre el final de la primera etapa significó un golpe de ilusión para los seguidores del Xeneize, quienes se iba a llevar una gran decepción por los tantos de Lucas Pratto, Juan Fernando Quintero y Gonzalo Martínez, que determinaron y llevaron la gloria a Núñez.

En diálogo con el sitio de la Conmebol, quién habló y recapituló lo sucedido fue nada más ni nada menos que Leonardo Ponzio, jugador emblema de los comandados por Marcelo Gallardo.

El mediocampista de River recordó el viaje a Europa y reveló lo importante que fue tener la posibilidad de trasladarse al Viejo Continente con seres cercanos: "El viaje empezó bastante distendido porque pudimos ir con nuestras familias. Volamos casi 10 compañeros con nuestros hijos o nuestras parejas. Los otros fueron por otro lado, no pudieron por una cuestión de cupo y tardaron en anotarse. Era un vuelo agradable. Necesario. Íbamos a estar llegando para las fiestas con un mes sin poder verlos. Vinieron padres y madres como los de Montiel. Poder compartir eso era algo soñado".

Además, El León explicó que el plantel Millonario era consciente de la importancia que tenía el cruce copero decisivo: "Pese a no ser en nuestra casa, porque es la gran mancha negra de todo esto, nos estábamos jugando algo ante el mundo. Teníamos mucha confianza. Sabíamos que queríamos jugar. No teníamos suspicacia por no jugar. Y fue lo que se demostró durante todo el partido. Porque pudimos ir perdiendo en un momento, pero nunca dejamos de jugar".