Lunes agitado y de malas noticias para Boca Juniors. Cuando los trabajos ya se habían hecho una costumbre y el equipo avanzaba pensando en la reanudación de la Copa Libertadores de América, el progreso se vio interrumpido.
Es que, este lunes, varios integrantes de la delegación Xeneize presentaron síntomas de coronavirus, por lo que el último campeón del fútbol argentino decidió adelantar los testeos correspondientes. Y lo que siguió fue alarmante.
En Boca se terminó detectando un fuerte brote de coronavirus. Acto seguido, la propia institución utilizó sus redes sociales para compartir un comunicado oficial avisando que se suspendieron los entrenamientos por 72 horas.
Al mismo tiempo, los integrantes de la delegación Xeneize fueron aislados en sus habitaciones con el objetivo de evitar que el virus se siga propagando. Pero hubo alguien que directamente abandonó la burbuja sanitaria.
Se trata de Miguel Ángel Russo, experimentado director técnico de 64 años de edad que es paciente de riesgo, por lo que, por motivos preventivos,dejó la concentración del equipo que dirige y se marchó hacia su vivienda.
Cabe destacar que, hace dos años, Russo padeció un cáncer de próstata por el que debió afrontar varias sesiones de quimioterapia. Estos inconvenientes previos de salud potencian el riesgo ante el avance de la pandemia.