Hace apenas un puñado de días, Tigre, que milita en la segunda categoría del fútbol argentino, hizo un muy buen partido en Paraguay pero terminó llevándose una abultada derrota por 4-1.
De esta manera, el equipo de Néstor Gorosito quedó muy mal parado en el marco del Grupo B de la presente edición de la Copa Libertadores de América y con la obligación de imponerse este martes.
Con esa premisa, el Matador salió al campo de juego del estadio José Dellagiovanna ante otra escuadra bastante necesitada como Bolívar. Promesa de buen fútbol en Victoria.
Y todo comenzó muy bien para los anfitriones, que encontraron la ventaja desde el comienzo gracias a una muy buena aparición de Pablo Magnín, su delantero, que confirmó su gran momento.
Sin embargo, en la recta final del primer período y cuando los bolivianos empezaban a animarse, Gonzalo Marinelli, arquero de Tigre, quiso salir jugando y regaló el empate.
De manera displicente, el arquero surgido de las divisiones inferiores de River se desprendió del balón de forma equivocada y así fue como Marcos Riquelme aprovechó para estampar el 1-1.