En la Bombonera, Gabriel Arias, como en el Maracaná, se estaba convirtiendo la figura de Racing tapándole todo a Boca.

Lo único que no pudo fue un cabezazo de Eduardo Salvio antes de la media hora de juego, que abrió el marcador.

En la segunda parte, donde ya había tenido varias salvadas bajo los tres palos y hasta saliendo un poco más, debió atajar un penal.

Eduardo Salvio cayó en el área después de una infracción de la visita y el árbitro no dudó: penal para Boca.

Carlos Izquierdoz era el encargado, pero Sebastián Villa se tuvo fe y el pidió el remate al defensor.

Villa remató fuerte y cruzado, aunque Arias adivinó el lado, no pudo con el disparo del colombiano.