En la primera parte, Adrián Gabbarini ya había demostrado que no estaba en su mejor partido al dormirse en una pelota que le robó Rafael Santos Borré.

Sin embargo, lo peor llegó en el segundo tiempo, donde para colmo al arquero argentino le jugó una pésima pasada que no haya VAR.

Antes de la hora de juego, desde un saque de esquina de la izquierda, River abrió el marcador ante Liga de Quito.

A Gabbarini le quedó muy alto el centro y no llegó a pegarle el manotazo para rechazar el balón. Así pasó el gol.

Después a Borré, quien estaba adelantado, le cayó el pase de un compañero y solo tuvo que empujar la pelota.

De la forma menos pensada, River se puso en ventaja.