Contra Bolivia en el Hernando Siles de La Paz, a más de tres mil metros de altura al nivel del mar, Lionel Messi jugó los noventa minutos y fue decisivo hasta el final para la Selección Argentina.

Aunque no se notó tanto como es habitual y como lo sufrió en sus últimas visitas, la Albiceleste sí vio las consecuencias en el físico del contexto del partido.

En TyC Sports captaron justamente la reacción de Messi después del primer tiempo contra Bolivia, minutos después que Lautaro Martínez haya marcado el empate de una forma realmente insólita.

Un asistente le alcanzó una botella de agua y al lado de Lucas Ocampos soltó meneando la cabeza: "Estoy muerto, estoy muerto". 

Finalmente, en el entretiempo tomó aire y en el segundo tiempo fue clave para el triunfo de la Argentina: le dio el pase a Lautaro Martínez para el gol de Joaquín Correa y aguantó la pelota en los últimos minutos.

En la Bombonera, todo el equipo había dado evidencias de un físico desgastado, pero en La Paz fue todo lo contrario.