No es ninguna novedad que Italia es el país más afectado del mundo por los tentáculos impiadosos del coronavirus, pandemia que surgió en el territorio chino pero que no demoró demasiado en decir presente en todos los continentes del planeta y prácticamente todos los países del mundo. Por ello, en primera instancia, el fútbol de dicho país europeo comenzó a jugarse sin público hasta que la situación se presentó realmente insostenible y allí fue cuando se suspendió por completo.

 

Por supuesto, el COVID-19 alcanzó a varios jugadores de fútbol reconocidos. Uno de ellos fue Paulo Dybala, talentoso delantero argentino que actualmente defiende la camiseta de Juventus, el equipo más destacado de Italia en la actualidad. Junto a él, quien también contrajo el virus fue Oriana Sabatini, actual pareja del artillero surgido de las divisiones inferiores de Instituto de Córdoba y con un pasado muy exitoso en Palermo, otro equipo del fútbol italiano.

En la actualidad, Dybala continúa recuperándose de los efectos de esta pandemia. Mientras tanto, desde su hogar en la ciudad de Turín, el jugador de 26 años de edad prestó declaraciones para el canal de 'AFA Play ' y en las mismas compartió detalles de las sensaciones por las que debió pasar. "Es psicológico, al comienzo uno tiene miedo. Al principio trataba de no pensar que podía ser eso. Después salió lo de un compañero, lo de otro y el último fui yo", comenzó narrando Dybala.

"Por suerte fuimos pocos en el club. Yo tenía tos, estaba cansado y por la noche, cuando dormía, sentía frío. Fue un poco convivir con eso y tratar de no desesperarnos, de estar tranquilos", profundizó el hombre que vistió la camiseta de la Selección Argentina en 29 oportunidades, en las cuales aportó dos tantos. Cabe destacar que el defensor italiano Daniele Rugani y el mediocampista francés Blaise Matuidi fueron los otros dos casos confirmados de coronavirus en Juventus.

 

 

"Ahora estamos bien, mucho mejor. Estos días no tuvimos síntomas. Digamos que Oriana se sintió bastante mejor, yo tuve sensaciones más fuertes. Me cansaba rápido, quería entrenar y me faltaba el aire a los cinco minutos. Ahí notamos que algo no estaba funcionando bien y a través de los tests nos dijeron que éramos positivo. A pesar del dolor de cabeza no era aconsejable tomar nada. El club nos mandó vitaminas y con el tiempo nos fuimos sintiendo mejor", finalizó.