En la primera parte, Chelsea fue muy superior al Liverpool en la Supercopa de Europa, pero sobre todo fue más efectivo.

Sin embargo, en el segundo tiempo, los de Jürgen Klopp demostraron otra personalidad y el ingreso de Roberto Firmino ayudó en el gol.

Antes de los diez minutos, Fabinho metió un pase clave al delantero brasileño, que picó al borde del offside, y así Sadio Mané llegó solo ante el arco.

Kepa se estiró al máximo y quiso trabar el remate del africano, pero no pudo.

¡Empató Liverpool!