61 años ha tenido que esperar Inglaterra para meterse por primera vez en una final de la Eurocopa de Naciones. El equipo de Gareth Southgate ha superado finalmente esa barrera de semifinales donde cayó en 1996 ante Alemania (en Londres), para meterse de lleno en la definición de un torneo donde para salir campeón, deberá romper con una maldición de más de tres décadas.

“Es una gran sensación el apoyo que tenemos. Los jugadores están preparados. Tienen una gran experiencia, han estado en esta situación antes. Nos hemos preparado con calma”, declaraba Southgate sobre la responsabilidad que tienen los suyos con todo el país el próximo domingo. ¿Podrán romper con la maldición de los locales?

Concretamente, desde 1984 que ningún local puede consagrarse cómo campeón de la Eurocopa. Aquella Francia de Michel Platini tocaba el cielo en París tras derrotar a España, consiguiendo la que es hasta ahora la última de tres ocasiones en las que un anfitrión pudo quedarse con el torneo. La Roja en 1964 ante la URRS e Italia cuatro años más tarde vs. Yugoslavia, los otros que consiguieron lo que quiere alcanzar Inglaterra en unas horas.

Dos batacazos en los últimos 17 años

Los británicos saben que la presión estará en sus hombros luego de alcanzar su primera final desde el Mundial de 1966. Inglaterra tendrá el apoyo de los suyos en Wembley y si bien es un punto a favor, los últimos antecedentes ilusionan al equipo de Roberto Mancini para el choque del día domingo.

Y es que las últimas dos ocasiones en las que un local llegó a la definición de la Euro, acabó derrotado frente a su gente. Grecia se consagraba ante Portugal en Lisboa en el 2004 y 17 años más tarde, fueron los lusos quienes amargaban a Francia con ese zarpazo de Eder en el Stade de France. Si Inglaterra quiere ser campeón, tendrá que vencerse a si mismo, a Italia, y a una maldición de más de 36 años.