Como se lleva a cabo de forma tradicional, este miércoles por la noche Liverpool y Chelsea se midieron en el marco del compromiso entre ambos por la Supercopa de Europa.

El certamen, que reune y enfrenta al ganador de la Champions League y al de la Europa League, se disputó en esta oportunidad en Turquía.

 

Si bien los comandados por Jürgen Klopp comenzaron de mejor manera el compromiso, lo cierto es que los cuadros apenas presentaron situaciones de gran peligro para lastimar a su rival.

El punto de inflexión apareció recién a los 36 minutos de la primera etapa gracias a la letalidad del artillero francés Olivier Giroud.

 

El atacante campeón del mundo, luego de una asistencia impectable de Christian Pulisic, aprovechó al máximo la oportunidad generada por su compañero y mandó a guardar el balón al fondo de la red.