¿Qué pasa cuando juntas a dos de los mejores equipos de la Premier League en un torneo donde ponen mayoría de suplentes y donde, además, no hay VAR?

Bueno, este miércoles vimos la respuesta en Anfield: Liverpool y Arsenal nos regalaron uno de los mejores partidos que hemos visto en la última parte del año.

Por los octavos de final de la Copa de la Liga, los equipos ingleses se mataron a goles por el torneo de menos prestigio en sus apretados calendarios.

Ya se fueron al descanso con cinco goles: Shkodran Mustafi anotó en contra a los seis minutos y la continuación fue una tormenta de fútbol.

Lucas Torreira lo empató y Gabriel Martinelli lo remontó con dos goles en un lapso de diez minutos. No obstante, James Milner descontó para Liverpool de un penal inventado por el árbitro.

En la segunda parte, Ainsley Maitland-Niles puso el 4-2 para Arsenal y parecía todo cerrado. Sí, parecía nada más.

Alex Oxlade-Chamberlain y Divock Origi, de dos golazos de afuera del área, empataron para los de Jürgen Klopp y pusieron el marcador 4-4.

Sin embargo, todavía quedaba algún gol por ver: Joe Willock se animó desde lejos e inventó el mejor gol del partido con un zapatazo espectacular. ¡5 a 4 a favor del Arsenal!

 

¿Creían que ahí se iba a terminar? Origi volvió a aparecer y a los 94', de una tijera, empató todo para el 5-5. Una locura.

En los penales, los Reds se quedaron con un partido de nueve goles. Uno de los mejores del 2019.