Manchester United y Paris Saint Germain se vieron las caras en el primer duelo de los octavos de final entre ambos, en Old Trafford.

El campo de juego se llenó de leyendas del deporte, como por ejemplo Gianluigi Buffon, que supieron jugar limpio.

Más allá de la importancia del partido para los dos clubes, siempre cuidaron la integridad del rival y mantuvieron la calma.

Claro el ejemplo cuando Jesse Lingard se tiró en el césped por una lesión que lo azotaba y obligó a dejar el campo: los primeros en acercarse fueron del equipo rival.

En el resultado, por 2-0, ganó el equipo de Francia. Pero al ver el encuentro, con la muestra de un fútbol sin irritación que dieron, ganamos todos.