En el Etihad Stadium, en el comienzo de la vuelta de los octavos de final de la Champions League, Real Madrid tomó la iniciativa del balón.

La visita, con la necesidad de anotar por lo menos dos goles para como mínimo igualar la serie, quiso salir jugando desde el fondo.

Sin embargo, jugó con fuego y terminó muy quemado antes de los diez minutos de partido. Pura felicidad para los de Pep Guardiola.

Raphael Varane controló, no quiso reventar y terminó como lo peor para él y para los de Zinedine Zidane.

Raheem Sterling terminó encontrándose con el balón y abrió el marcador ante el blooper de la defensa merengue.

¡Volvió la Champions y con todo!