Real Madrid despedirá mañana a Sergio Ramos”, reza el comunicado que supone el final de otra estrella en el equipo Merengue. Una que de nuevo y bajo el mandato de Florentino Pérez, se marcha más por la puerta de atrás que con todos los honores. Desde 2006 que un ídolo blanco no sale de buena manera de la capital española.

 

El actual presidente ha estado más de 15 años a la cabeza del club más grande e icónico de este deporte. Con éxitos deportivos y económicos absolutamente incuestionables, Florentino Pérez ha vuelto a fallar a la hora de despedir a esos jugadores que revolucionan y agrandan la dimensión del Real Madrid.

El factor común de distintas salidas

Desde que Zinedine Zidane dejase de ser jugador de Real Madrid en mayo de 2006 ante Villarreal que un ídolo blanco parece no poder irse por la puerta grande. Aquella calurosa tarde el Bernabéu despedía al mago francés por todo lo alto en una jornada donde Juan Román Riquelme se quedó con su última camiseta. Las lágrimas de aquellos rivales, jugadores y afición en la marcha de ZZ son ahora mismo el último recuerdo de un adiós cargado de señorío.

Pasaron los años y si bien cada caso es distinto, en todos aparece la figura de Florentino Pérez cómo presidente. Guti, Michel Salgado, Iker Casillas, Pepe, Zinedine Zidane entrenador, Cristiano Ronaldo y ahora Sergio Ramos han tenido que finalizar su etapa en el club de una manera poco o nada amble en todos los sentidos. En la mayoría de los casos hubo agradecimientos al mandamás del Real Madrid, aunque siempre quedó la impresión de que se rompió algo en esa relación entre cracks y el hombre que justamente les había traído a España.

Nueva derrota para Florentino Pérez y Real Madrid en cuanto a lo que debe ser uno de los pocos pendientes en su gestión. Mientras otros clubes despiden a sus ídolos por todo lo alto, en la capital española queda la sensación de que cuesta ver a un ícono Merengue marcharse por la puerta grande.