Vamos a contar, rápido, cómo fue todo. Ronald Koeman llegó a Barcelona, se comunicó con Luis Suárez y le dijo que no lo va a tener en cuenta. Así empezó todo el escándalo en el elenco Culé, que terminó con Lionel Messi admitiendo publicamente que no quería seguir en el club y que lo obligaron a hacerlo.

Finalmente, Lucho partió del club y se convirtió en nuevo futbolista de Atlético Madrid. El Colchonero lo anunció en las últimas horas y hasta Diego Simeone ya habló de él de forma oficial: "En Suárez encontré lo que necesitamos: ilusión y ganas de estar aquí".

Pero, sin embargo, la declaración del día estuvo en Barcelona. ¿Qué pasó? El entrenador Koeman reconoció publicamente que la idea de no contar con Suárez fue de la dirigencia encabezada por Josep María Bartomeu. 

"Parece que yo sea el malo de la película, pero no es así. Desde el primer día, desde la llamada, he demostrado tener respeto por el jugador y por la persona que es. Y él ha entrenado al máximo mientras que estuvo aquí. Siempre le dije que si se quedaba tendría complicado jugar, pero si se quedaba, sería uno más", empezó.

Y cerró: "Es una decisión del club. Antes de firmar mi contrato, el club ya tenía pensado cambiar cosas y yo he apoyado esa decisión. No ha sido una decisión solo mía como entrenador, sino que se ha intentado cambiar el equipo y ya se ve que hay mucha gente joven. Luis y yo nos respetamos y hablamos abiertamente de su futuro. Ahora ha tenido la oportunidad de irse a un club como el Atlético, así que le deseo toda la suerte del mundo".