Después del triunfo del Atlético Madrid, Barcelona estaba obligado a ganar para consagrarse campeón hoy en su casa.

En el Camp Nou, los de Ernesto Valverde recibieron al Levante, que lucha por no descender en la recta final de la temporada.

Pese a las diferencias de jerarquía, la visita se cerró bien y aguantó por casi una hora los ataques azulgranas. Principalmente, por las atajadas de Aitor Fernández.

 

Por eso, Valverde mandó a la cancha a Lionel Messi por Philippe Coutinho: el Diez tardó un par de minutos en marcar la diferencia.

El argentino enganchó, hizo pasar de largo a dos rivales y a los 62 minutos anotó el 1-0 para el dueño de casa.