Ayer hubo aroma a divorcio en París, cuando PSG lanzó un comunicado oficial anunciando que habrá castigo para Neymar por no presentarse, sin justificación alguna, en la fecha que estaba citado por el club.

A partir de este nuevo distanciamiento, las posibilidades de que el brasileño vaya a quedarse en el club francés son mínimas y es por eso que todas las miradas volvieron a apuntar a Barcelona.

Porque tras el comunicado que publicó PSG, Josep María Bartoméu volvió a ser consultado sobre el estado de las negociaciones por Ney; aunque no tuvo demasiadas novedades que contar.

"No ha cambiado nada de lo que había dicho. Todo sigue igual", explicó el presidente culé, quien el pasado viernes había asegurado que  "Neymar quiere irse del PSG y el PSG no quiere que se vaya y, por tanto, no hay caso".

De parte del brasileño, al ver que no termina de llegar el guiño de Barcelona, hubo una explicación para su faltazo, alegando que el club sí sabía que no se incorporaría hasta el 15 de julio, porque esta semana debía atender un problema de la Fundación Neymar en Brasil.