Barcelona estaba viviendo una auténtica pesadilla. Luego de perder contra Getafe y Real Madrid y de quedarse sin presidente, estaba cayendo nuevamente por La Liga de España.
Este sábado, bajo la órbita de una nueva fecha del mencionado certamen doméstico español, el equipo comandado tácticamente por Ronald Koeman no hacía pie como visitante.
Es que, como consecuencia de un blooper defensivo increíble, la escuadra catalana había empezado perdiendo gracias a un tanto de Luis Rioja González. Y así se fue al descanso.
De todas maneras, ya en la etapa complementaria, el anfitrión se quedó con un hombre menos debido a la doble amarilla de Jota Peleteiro. Y Barcelona lo aprovechó enseguida.
Casi inmediatamente, el visitante tuvo una oportunidad inmejorable para empatar el partido y no falló: fue obra de Antoine Griezmann, que no venía teniendo un buen rendimiento.
El delantero francés quedó mano a mano con el arquero de Alavés y definió de manera excelente, picando la pelota y desatando la euforia de todos sus compañeros.