Luego de una primera mitad en la que Barcelona supo capitalizar los errores del Villarreal para dar vuelta el partido, el equipo comandado por Ronald Koeman saltó al complemento con la intención de sostener el resultado y quedarse con tres unidades más que importantes.

Promediándose la segunda mitad del cotejo correspondiente a la Liga Española, el dueño de casa se quedó con un deportista menos a raíz de la expulsión directa de Manu Trigueros. El mediocampista, llegando a destiempo a una jugada, le aplicó una dura entrada a nada más ni nada menos que Lionel Messi.

Con el reloj marcando el minuto 64 y el Barcelona manejando los hilos del partido, el volante, en pos de recuperar el esférico, falló en el intento y cometió un planchazo escalofriante que derrumbó a La Pulga. El árbitro, sin siquiera dudarlo, se llevó la mano al bolsillo y le mostró la roja al hombre del Submarino Amarillo.

Mientras Trigueros se retiraba del campo de juego, la preocupación en la institución Culé pasó a acrecentarse con el correr de los minutos al ver que Messi no podía recomponerse. Finalmente, luego de un buen tiempo en que estuvo siendo atendido constantemente por el Cuerpo Médico, el argentino logró levantarse y decidió continuar.