Hace rato que Barcelona está literalmente perdido. Sus últimas actuaciones por Champions League, las cifras récords en fichajes, la elección de los entrenadores dan fe de eso. 

Hoy la primera cara que aparece para criticar es, como siempre, la del técnico. Quique Setién no se salva de nada en España.

Para colmo, hoy volvió a jugar mal, empató contra Atlético Madrid, podría quedar a cuatro puntos del Real Madrid en los próximos días y hasta para hacer cambios tiene mal la vara.

Metió a Antoine Griezmann contra el Atleti, con todo lo que significa, para que juegue los últimos cinco minutos. Realmente insólito.

Diego Simeone, quien habló después del 2-2, le preguntaron justamente por eso y solamente atinó a responder: "Sin palabras".

Contestó y se fue.