Comenzaron a disputarse los cuartos de final de la siempre apasionante UEFA Champions League. Y lo hicieron con dos partidos de esos que nadie quiere perderse: Manchester City vs. Borussia Dortmund, y, fundamentalmente, Real Madrid vs. Liverpool, que se encontraron frente a frente en el estadio auxiliar Alfredo Di Stéfano.
Teniendo en cuenta los antecedentes y la grandeza de ambos equipos, todo el mundo esperaba un partido absolutamente parejo y equilibrado que se resuelva por los mínimos detalles. Sin embargo, lo cierto es que la primera parte fue extremadamente favorable para la poderosa escuadra comandada estratégicamente por Zinedine Zidane.
De hecho, Real Madrid se puso en ventaja cuando transcurrían jugados 27 minutos de la primera parte, por intermedio de Vinicius Junior. Lo hizo luego de contar con varias situaciones de gol que no había podido aprovechar ante un equipo de Jürgen Klopp completamente desconocido en relación con aquel que supo ganarlo todo.
Pero la frutilla del postre en cuanto al período inicial se produjo a los 36 minutos de juego. En ese momento, Trent Alexander-Arnold, considerado por muchos como el mejor lateral derecho del mundo, protagonizó un blooper realmente insólito y dejó absolutamente solo a Marco Asensio, que resolvió con toda la clase del mundo para poner el 2-0.