Después de despedir una temporada con una derrota por 8-2, era difícil imaginarse que al Barcelona le iría todavía peor en el próximo semestre.

Este martes, tras la derrota liguera contra el Cádiz el fin de semana, los de Ronald Koeman recibieron a la Juventus en la última jornada de la Champions League.

En el reencuentro entre Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, el portugués se hizo amor y señor del estadio culé: jugó nueve años en España y nunca vio un Barcelona tan malo.

Para los veinte minutos, la Vecchia Signora ya ganaba 2-0 de un gol de penal del astro portugués y de una acrobacia de Weston McKennie.

Para colmo del dueño de casa, en la segunda parte, Clément Lenglet hizo un penal insólito y Cristiano Ronaldo volvió a aparecer con su doblete.

Así, por la diferencia de gol, Juventus le ganó el grupo al Barcelona, que juega cada vez peor.